El cuerpo humano tiene diversos niveles de organización estructural y funcional. Los diferentes aparatos y órganos llevan a términos funciones muy especializadas, pero todas tienen en común el hecho de contribuir al mantenimiento de la vida.
Los aparatos y los órganos están formados por la asociación de diferentes tejidos. La estructura y la función de los diferentes órganos depende de la manera de asociación e interacción que tienen los tejidos entre sí.
Cada tejido se especializa en una función específica que viene determinada por el tipo de células que lo constituyen.
La célula es la unidad más pequeña que tiene vida propia. Se alimentan, crecen, eliminan sus propios desechos, se reproducen y se comunican con otras células y con el exterior. En su interior contienen información de la vida y posteriores generaciones de su especie.
El cuerpo humano está constituido por numerosos elementos que se agrupan en diferentes niveles de organización: átomos, moléculas, células, tejidos, órganos y aparatos o sistemas.
Un tejido esta formado por células semejantes que se especializan en una función.
Existen cuatro tejidos diferentes:
Epitelial: responsable de la función de protección (piel), absorción (epitelio intestinal), filtración (epitelio renal), secreción (glándulas) y excreción (epitelio de los alvéolos).
Conjuntivo: es el más abundante, sostiene la estructura corporal, une otros tejidos y protege a los órganos internos. Diferenciamos cinco tipos principales: Laxo, denso, cartilaginoso, óseo y sanguíneo.
Nervioso: Formado por dos tipos de células: las neuronas y las células gliales.
Muscular. El músculo es un tejido que puede cambiar de forma y de longitud, produciendo el movimiento. Los músculos representan la mitad de la masa corporal y están formados por células musculares o miocitos. Existen tres tipos: tejido muscular estriado o esquelético, tejido muscular liso o visceral, tejido muscular cardíaco.
Los aparatos y los órganos están formados por la asociación de diferentes tejidos. La estructura y la función de los diferentes órganos depende de la manera de asociación e interacción que tienen los tejidos entre sí.
Cada tejido se especializa en una función específica que viene determinada por el tipo de células que lo constituyen.
La célula es la unidad más pequeña que tiene vida propia. Se alimentan, crecen, eliminan sus propios desechos, se reproducen y se comunican con otras células y con el exterior. En su interior contienen información de la vida y posteriores generaciones de su especie.
El cuerpo humano está constituido por numerosos elementos que se agrupan en diferentes niveles de organización: átomos, moléculas, células, tejidos, órganos y aparatos o sistemas.
Un tejido esta formado por células semejantes que se especializan en una función.
Existen cuatro tejidos diferentes:
Epitelial: responsable de la función de protección (piel), absorción (epitelio intestinal), filtración (epitelio renal), secreción (glándulas) y excreción (epitelio de los alvéolos).
Conjuntivo: es el más abundante, sostiene la estructura corporal, une otros tejidos y protege a los órganos internos. Diferenciamos cinco tipos principales: Laxo, denso, cartilaginoso, óseo y sanguíneo.
Nervioso: Formado por dos tipos de células: las neuronas y las células gliales.
Muscular. El músculo es un tejido que puede cambiar de forma y de longitud, produciendo el movimiento. Los músculos representan la mitad de la masa corporal y están formados por células musculares o miocitos. Existen tres tipos: tejido muscular estriado o esquelético, tejido muscular liso o visceral, tejido muscular cardíaco.
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